ME FUI YO

¿Quién te pidió que te fueras?
Yo no.

Y te extraño como extrañan los caimanes:
sigilosa y escondida en mis pantanos.

Porque yo era mariposa 
y también era gusano.
Y te extraño como el lago que ve su sombra reflejada en el océano:
tan lejos.

Si acaso queda solo un recuerdo:
retirado,
distante.

Yo nunca te pedí que te fueras
y en tu lugar me fui yo:
De tu cama,
de tu patio,
de tus llamadas por teléfono.

Me fui
porque pedírtelo a vos era arrancar el óxido del alma
era sellar con cemento donde me salen las lágrimas
aceptar que me dejaste rota,
despedazada.

¿Quién te pidió que te fueras?
Yo no.

Pensar en tu ausencia mutila mis cinco sentidos:
Poder verte y no verte
ceguera maldita que llevan los muertos.
Oscuridad al mediodía
que deja perdidos mis pasos en medio de este desierto.

Olerte.
Esos pedazos tuyos que dejás en mis sábanas
cada noche
clavados como recuerdos.
Olerte como huelen los perros.

Escucharte.
Quedarme inerte en ese silencio que solo me habla de vos.

Tocarte.
Con estas manos majaderas,
anárquicas.

Sentirte.
Sentir el sudor tuyo que me habla de prisa.
Sudor de dos:
Mi sudor en tu cara, tu sudor en mi cara.
Nuestras sales, mezcladas
cayendo sobre los ojos,
las cejas,
las comisuras;
sudor que me deja ciega a ratos
y no puedo ver ese rostro de vos: nublado, etéreo.
Sudor tuyo que entra como ríos por mi boca:
este sudar de vos dentro de mí.

Porque yo soy tu sudor,
el mismo que me penetra y me satura el cuerpo
porque me habita y me empapa por dentro.

¿Quién te pidió que te fueras?
Yo no.

Las tetas sobre tu pecho.
El aliento apresurado,
los susurros que no dicen nada
y que son discursos completos: Tu nombre.

Yo nunca te pedí que te fueras.
Pero te fuiste antes,
mucho antes
de mi cama, de mi patio.
Porque sabés que sos libre
me volás en las vísceras, y en mi vida entera.

¿Amurallarte?
No podría, no puedo.
¿Qué sería de tu sombra bendita clavada en mi suelo?
No volvería a escuchar esa voz lejana,
impenetrable.
Sin esos reclamos tuyos se me acaba el silencio.

Yo no te pedí que te fueras
y en tu lugar,
me fui yo.

(Ojo, que estos textos tienen dueña. Esto tiene copyright. ¡No hagas lío y pide permiso antes de usarlo! ¿Vale? 😎)